Después de varios días de extremo confinamiento, las autoridades sanitarias anunciaron hace tres semanas los horarios para poder salir a entrenar al aire libre. Nuestros atletas aprovecharon la ocasión y empezaron a estirar las piernas de forma paulatina para evitar lesiones.

Hasta ahora los entrenamientos que han podido hacer han sido individuales. La mayoría de ellos continúa con el plan que les envían sus entrenadores y cada atleta lo realiza por su cuenta, tanto en sus casas como al aire libre. A partir del lunes, 25 de mayo seguiremos desescalando hacia la normalidad y se retomarán los grupos de entrenamiento, por lo que las dinámicas de atletas y entrenadores de la Sociedad Gimnástica de Pontevedra podrán reanudarse.

Sin embargo, durante este tiempo de desescalada, especialmente notable ha sido el cambio en los corredores y marchadores, ya que sus ejercicios en casa acababan siendo limitados.

Manuel ‘Huracán’ Hurtado nos cuenta, precisamente, cómo esta desescalada ayuda a que los entrenamientos de los fondistas vuelvan a la normalidad que vivían antes de la llegada del coronavirus:

Manuel Hurtado entrenando con mascarilla
Manuel Hurtado entrenando con mascarilla

Carlos Porto lleva varios días saliendo a entrenar al aire libre, pero al principio le ha costado volver al ritmo de trabajo:

Carlos Porto
Carlos Porto, después de un entrenamiento

Antía y Daniel Chamosa, ambos marchadores, tienen la suerte de entrenar juntos. Durante la cuarentena aprovecharon el mini gimnasio que tienen montado en casa con las cintas y la bicicleta.

Antía Chamosa entrenando en la playa
Antía Chamosa entrenando en la playa

Sin embargo, la vuelta a los entrenamientos normales también les ha costado. Así nos lo cuenta Antía:

Dani Chamosa entrenando por la playa
Dani Chamosa entrenando por la playa

A Dani Chamosa este confinamiento le ha llegado después de un tiempo de parón debido a una lesión; por lo que la vuelta fue aún más difícil. Sin embargo, él lo ve como un punto positivo para “valorar y disfrutar más de lo que nos gusta” y, sobre todo, como un tiempo de reposo en mitad de la temporada que sirve para mejorar y dedicarle más tiempo a aspectos que durante un año atlético no se puede:

Pero no solo los fondistas o marchadores están disfrutando de la nueva libertad de la desescalada.

Anxo Blanco aprovecha la arena de la playa y de los parques para buscar algo parecido al foso, ya que las pistas de atletismo siguen cerradas para él. Sin embargo, aunque las instalaciones se asemejan, las condiciones obligan a que los entrenamientos no sean como si estuviéramos en condiciones normales:

Anxo Blanco entrenando en la playa
Anxo Blanco entrenando en la playa

En lo que sí coinciden todos nuestros atletas es que este punto de inflexión en la temporada se lo están tomando como una época de pretemporada, de mantenimiento y mejora para volver más fuerte de cara a la reanudación de las competiciones.